La información es la base del conocimiento y de la opinión y en eso hay que reconocer que SOLFER ha pecado de ser poco comunicativo. Algunos directivos lo han reconocido así y han hecho propósito de enmienda de cara al futuro para ganarse la confianza, no sólo de sus menguados proveedores, sino también de sus socios, que nunca conocen el alcance de sus objetivos, porque tienen una confianza ciega en las propuestas de sus juntas o gestores. Con ello no queremos suponer que los socios o asociados están para reafirmar todo lo que les llegue, pero sí los muchos años de confianza en su organización hacen que no profundicen en detalles y apoyen con poca resistencia las propuestas de sus gestores. No es ni buen ni malo, ni esto es exclusivo de SOLFER, sino que es una constante del canal ferretero que se deje en manos de unos pocos el trabajo de toda la estructura y a esperar que salga todo bien.
SOLFER hasta ahora no ha mostrado sus cartas, pero la convocatoria de 160 proveedores y la comparecencia de un alto número de socios/asociados de su organización, comienza a ser la prueba de algo más que una simple conveniencia comercial, sino un proyecto a largo plazo, bien consensuado que quiere salirse de las vías normales de negociación. Lo que hasta ahora se ha resumido a una simple presión en condiciones, es más que probable que pasará convertirse en el germen de cómo hacer las cosas de manera diferente y con la intención de que en este negocio ganen todos.
El tiempo da y quita razones, pero sí en los próximos meses crece la nómina de proveedores y se adhieren al proyecto nuevas organizaciones, podemos estar ante una reestructuración del sector o de la consolidación de una estructura que puede superar las desaparecidas fronteras de nuestro país, con el permiso del señor Más y de esos chicos que no saben que hacer para poder cuadrar y pagar sus cuentas.
Todo proyecto tiene una fase de desarrollo y hay que darle una oportunidad hasta que adquiere su verdadera forma y apreciemos sus verdaderas intenciones. Condenar sin conocer las expectativas sólo conduce a verse fuera de una gran oportunidad comercial, cuando esta se concrete y funcione a pleno rendimiento.