Hace unos años, las ferias eran el termómetro que nos medía ese pulso del sector que nos permitía saber sí las cosas marchaban bien o mal. Ahora no son tanto reflejo del sector, ya que la caída en el número de visitantes y el apoyo tan importante que presta la red a los equipos comerciales, han restado ese papel protagonista a las ferias.
Después de una buena Expocadena y una renovación importante de Eisenware Messe, SICUR con un crecimiento de papel protagonista por parte de los cerrajeros, digno papel de Maderalia y el fallido intento de Espacio Ferretero, llegamos a la vuelta del verano y nos encontramos en el horizonte un buen número de ferias. GAFA ya se ha celebrado en Colonia con un crecimiento del 6 % que viene a significar ese momento de estabilidad que pasa el mundo del jardín, quien después de sufrir los reveses que han sufrido todos, ahora parece dar el paso hacia una ligera recuperación.
Durante el último Congreso de AECOC de Ferretería y Bricolaje hemos visto que la distribución ha empezado a moverse. Notable incremento en la presencias de ferreteros en el congreso y actuaciones reseñables en las intervenciones a lo largo del mismo. Y no hablamos de la distribución moderna, sino de esa distribución tradicional que se resiste a cambiar, pero que está obligada a ello, sí quiere recuperar parte del territorio perdido.
Ya hemos empezado 2016 y hay opiniones para todos los gustos, aunque se reconoce un comienzo duro por los excesos navideños, el problema de Catalunya y la crisis política actual en que todavía no sabemos sí tendremos gobierno o nos encaminaremos hacia unas nuevas elecciones de incierto resultado y con una gran incidencia negativa hacia nuestros socios europeos, que ahora miran con recelo la evolución de los acontecimientos, sobre todo en lo referente al déficit económico. Y de la bolsa y la prima de riesgo mejor no hablemos o de la crisis mundial que duplica nuestra preocupación.
Hace unos días, manteníamos una conversación con un importante dirigente cooperativo en la que nos señalaba que existía una gran preocupación, porque se planteaban diversas opciones para mejorar el funcionamiento de su cooperativa, pero que apreciaba un cierto pasotismo en la actitud de sus socios que estaban atrincherados detrás del mostrador a la expectativa de ver lo que pasa, sin intentar introducir cambios que mejoren su gestión, imagen y rendimiento de su negocio.