Los comienzos de Luís Gómez Gózalo son en Pedro Bernardo (Ávila) en labores agrícolas que combina con el trabajo en un taller de aluminio de su familia. Combina ese trabajo con la albañilería y la resina, así como en las actividades que podía desarrollar en su entorno. Tras la pausa militar vuelve a trabajar con su cuñado en el taller de aluminio, hasta que decide hacer su incursión en el mundo de la hostelería, ya con 20 años.  Después de un periplo viajero, se centra en un taller del hierro hasta que este cierra y debe buscarse nuevos horizontes. Comenta que fue una pena, porque estaba muy bien y pensaba que iba a estar allí toda la vida, así que hubiéramos perdido a un gran empresario de nuestro