Ferretería, cerrajería, suministro industrial y bricolaje.

Miércoles, 26 Marzo 2014 10:26

Volvemos de nuevo a sufrir la globalización

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Parece que el desarrollo de nuestras empresas de forma autónoma vuelve a estar amenazado. Cuando se produjo el proceso globalizador de inicios de siglo, nadie clamó contra ello, porque se pensó que sería positivo para el desarrollo de esas empresas bajo el paraguas de una gran grupo multinacional. Antes Herramientas Castillo había desaparecido bajo el paraguas de NECO, ahora reconvertido a Tivoly.
Transcurridos trece años, las consecuencias son que desapareció una fábrica emblemática como AZBE, que ahora en 2014 se verá que también desaparece como marca en

beneficio de Yale, marca enseña del grupo multinacional. TESA, líder absoluto de nuestro mercado de cerrajería también se ha visto afectado por reestructuraciones y la pérdida de STS como marca, aunque ahora inicie un nuevo proyecto muy interesante para su futuro desarrollo, como son los Security Center y vea así consolidado su futuro.
JPM Ibérica también paso a ser CISA que ahora pasa a formar parte de Allegio, grupo multisectorial con fuerte implantación en el sector de la seguridad. Y en menor escala, Makuiland ha desaparecido, adquirida por Lusavouga para reaparecer como Kibera.
Sin embargo, lo más llamativo ha sido la adquisición de Bellota por el grupo canadiense Ingersoll. Marca emblemática por excelencia, con gran presencia en los mercados agrícola y de construcción, que al iniciar el siglo infló su catálogo con productos de importación que ya no se fabricaban en Legazpia. Todavía se desconocen los proyectos del nuevo dueño para esta empresa que cuenta con más de 1.000 empleados y que en la División de Herramientas cuenta con factorías en Brasil, Colombia, Méjico y Estados Unidos, además de la central de Legazpia, además de los cuatro centros productivos en el extranjero del tema agrícola. Toda una potencia y una leyenda en el mundo de la herramienta que por primera vez en su historia ha dejado de pertenecer a la familia de Patricio Echeverría, el fundador de esta gran obra.

A partir de ahora, puede ocurrir cualquier cosa, desde que todo continúe igual, a que se pueda producir una deslocalización no deseada, porque ya tenemos bastante con la caída de Fagor y la crisis de Eroski que socava a Mondragón Cooperativa, otra de las piedras angulares de la industria vasca que comienzan a sufrir directamente los efectos de la crisis. Esperemos que todo siga igual y que en 2014 mantengamos la comunicación con estas empresas del sector que hasta ahora eran muy nuestras.

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