reseñable, en línea con el desarrollo del mes
de agosto, salvo las desgraciadas muertes
de Bernardo Pons (Metalurgia Pons – LIM)
y Juan Piqueras (fundador de PIHER).
La situación en el mes de septiembre,
a pesar de los mensajes optimistas del
Gobierno, ha variado poco o ha ido a peor
sí lo comparamos con septiembre de 2012.
Las ventas están desaparecidas y los
clientes acuden poco por las tiendas. No es
una situación cómoda y el esfuerzo de los
ferreteros por recuperar a sus clientes es
enorme, aunque con escasos resultados, a
pesar de las promociones, ofertas, carteles
y otros elementos que han empleado para
intentar solucionar la situación.
Extraña que, después del aluvión de noticias
de los últimos meses, los conatos de
fusiones y alianzas, durante septiembre sólo
hemos contado con el acuerdo de ASIDE y
EDE, del que habrá que expresar muchas
cosas para que todos podamos entenderlo
en toda su intensidad. No es que sea bueno
ni malo, pero sí EDE tiene un aliado natural
en CECOFERSA, tampoco está muy claro que
se den armas a un grupo rival, pero en fin,
el tejido empresarial está hecho así y existen
muchos temas entre bastidores que son
capaces de unir a los grupos más dispares, y
más en este caso, en que existe una afinidad
en cuanto al producto, las formas y el público
objetivo al que se dirige.
En fin, hay asignaturas pendientes que todavía
no están resueltas y que quizás el otoño se
nos vuelva más caliente y salgan a relucir todas
las cuestiones que ahora están en la trastienda
a la espera de que se obtenga el momento
oportuno para salir a la luz.
Esas previsibles o inesperadas alianzas
pueden llegar a sorprendernos, pero son una
consecuencia de la propia dinámica del sector,
que ahora, a la falta de resultados, no tiene
más remedio que buscar nuevos caminos por
donde buscar esa rentabilidad perdida que
ahora mismo se antoja tan difícil de conseguir.
El sector sigue sujeto a la locura del cambio.
Las cosas ya no son como eran antes. La
evolución del sector se ha iniciado y no se debe
parar. Nuestro sector necesita ideas frescas y
personas que lideren una serie de mecanismos
que permitan al sector una fluidez de la que ha
carecido y que ha permitido la emancipación ce
las grandes superficies, que venden más caro,
informan menos, pero que llegan a acuerdos
frontales con los proveedores, que ahora,
más que nunca, están necesitados de ese
apoyo que supone una cierta programación
de las compras y el consiguiente pago que les
permita subsistir en el mercado. Esto no ha
hecho más que empezar, veremos hasta donde
somos capaces de llegar.