Sin embargo, la crisis si que ha hecho estragos y el volumen de socios ha descendido producto de las bajas de negocio, jubilaciones y escasez de recursos. Y eso también repercute en que no se hagan actos públicos ni temas de cara a la galería. Mucho trabajo interno, que no se nota o no se valora y aquí es donde AFM quiere hacer hincapié y recordar que la asociación es mucho más que una cena con regalos. Porque mucha gente me comenta que echa de menos aquellas cenas a finales del mes de noviembre, en que además de ver a otros compañeros, cenar bien y acompañados de la señora de la casa y el negocio, después se dilataba la noche, en buen ambiente y mejor humor, con la ilusión de que algún regalo aportado por los proveedores y propios socios te pudiera tocar y redondear la noche.
Eso está bien y es una pena que se haya perdido por falta de recursos y gente que acuda al acto. Pero eso no es lo más importante, es pura anécdota, lo importante es ver el trabajo que hace el equipo de Enrique Gil y lo que puede ayudar a resolver los problemas cotidianos. Quizás es que no se sepa comunicar adecuadamente y que, como la crisis ha provocado, cada cual tiene bastante con salir adelante en su negocio. Pero no debería ser así, ya que hay un trabajo detrás que habría que valorar y aprovechar. Esperemos que esta nueva campaña de comunicación cobre sus frutos y que los asociados lean los mails, como mínimo, porque pueden perder una oportunidad importante para revitalizar sus establecimientos.