Ferretería, cerrajería, suministro industrial y bricolaje.

Miércoles, 11 Diciembre 2013 02:27

Jesús Carmona, 80 años dedicado a la ferretería

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apertura02Don Jesús Carmona es uno de nuestros grandes ferreteros que ha pasado por las diferentes etapas de este sector, ya que cuenta con 88 años y todavía permanece al pie del cañón. A pesar de su edad y sus dolencias, la ferretería es su vida y despachar, lo que más le encanta. Todavía conduce y se encarga de cobrar las facturas a las empresas que trabajan con su ferretería. Estaría por decirles que con la ilusión del primer día,

 

cuando en 1936 los hermanos tuvieron que dejar los estudios para ayudar a su padre para mantener el negocio durante la contienda civil. Don Jesús no podría vivir sin su ferretería, a pesar de que hace varios años que delegó en su hija Carmen y su yerno Tomás, casado con otra de sus hijas.

 

Ferretería Carmona en la ciudad manchega de Almagro (Ciudad Real) conocida por su corral de Comedias y sus berenjenas, inicia su singladura en 1914 y desde 1922 está en el actual local, que todavía tiene las anillas originales para que se introdujeran las riendas de los carruajes que acudían al negocio entonces. Es en 1936, con

10 años de edad, cuando su padre le saca del colegio y junto a sus hermanos se inician en la

práctica ferretera.

Anécdotas

Nos comenta Don Jesús que además de la ferretería trabajaban los hierros hasta 1930. Era un tipo de negocio muy familiar, centrado en Almagro y los pueblos limítrofes. Indica que existían los “recaderos” que provistos de carros y mulas, se encargaban de ir por los pueblos y adquirir las mercancías que sus clientes les demandaban. Sin duda fueron el precedente de las compañías de mensajería y que fueron muy útiles, dado que en

Aunque sea una ferretería generalista, donde puedes encontrar casi de todo, ha ampliado las

áreas de regalo, lámparas, doméstica, etc.

“Ahora está todo muy cambiado con la evolución del sector. Todo viene envasado, codificado y ocupamos menos tiempo en todo esto. Se vende con más facilidad que entonces, pero echo de menos la venta al menudeo, como la compra de una peseta de pintura, que nos obligaba a prepararla, mezclando todos los ingredientes para dar el color solicitado. Se tardaba más en vender, pero era muy bonito, porque tenías un trato con

“Se tardaba más en vender, pero era muy bonito, porque tenías un trato con el público que ahora se echa de menos”

aquella época escaseaban los vehículos a motor y no se podía uno desplazar con la misma facilidad que en la actualidad.

“Entonces se vendían muchas herraduras, puntas, pernios a la tabla (395) y mucho de los temas de droguería. Teníamos polvos, que entonces no estaban envasados y se vendían a granel, para hacer las pinturas. Todo había que pesarlo, envolverlo y despacharlo, así como buscar donde fuera todo aquello que nos pedían. Le puedo contar la anécdota de que en esos años, los herreros locales realizaban una serie de piezas, como los azadones para el campo.

Intentábamos encontrarlos y ningún fabricante los hacía como nuestro herreros. Mi padre, que todavía no era cliente de Bellota, por medio de uno de ellos le envío a Patricio Echeverría un ejemplar realizado por un herrero

y a partir de entonces Bellota lo fabricó y lo mantuvo en catálogo hasta pasados los años 50, siendo un pieza que hemos vendido muy bien durante muchos años”.

Los cambios

Desde 1958, Don Jesús pasa a dirigir la ferretería, al retirarse su padre. Inicialmente cambia poco, pero luego la propia evolución del negocio ha obligado a mantener lo que es rentable y a incorporar los productos más demandados.

el público que ahora se echa de menos. Somos prescriptores para un público que viene a comprar, e incluso para otro que viene únicamente a informarse.”.

Trato humano

Sobre las grandes superficies piensa que les han restado negocio, aunque en Almagro no exista ninguna, pero al público le gusta venir a la ferretería y hablar con los dependientes para que les den información y gestar la venta. La gran superficie es muy fría, ya que todo se resume en coger el producto de una estantería y llenar un carro, pero aquí hay un trato más humano y eso es bonito, tanto para el cliente como para nosotros.

Luego nos señala que esta ferretería ha sido la semilla de otras dos más en Puertollano (socio de cash de Madrid o acudir a Bilbao (Ferroforma), pero gracias a la

revista me pongo al corriente de todo lo que pasa en estos sitios y en el propio sector”.

También se queja de que en las ferias hay demasiado producto chino y que prefiere los productos nacionales, a pesar de que vienen muchos almacenistas con estos productos, pero el prefiere a los fabricantes nacionales, porque sí existe algún problema se puede solucionar con ellos. Nos comentan que al ser Almagro una ciudad muy turística, contaban

“Recomendaría a mis compañeros de profesión que tengan paciencia en esta época para poco a poco salir de esta crisis, que es muy gorda”

COMAFE) y Ciudad Real, perteneciente a Manuel Carmona (exvicepresidente de FEDAFE) que ha cerrado hace poco, a causa de una enfermedad de su sobrino. No tienen pensado abrir ningún negocio más, aunque se lo habían planteado, pero la crisis les ha quitado la idea de la cabeza, además del alto número de impagados que se han producido estos años.

Además de los clientes domésticos cuentan con un nivel parecido de clientes profesionales, como son las industrias de carpintería o talleres que demandan sus productos. Por lo general sus clientes acuden a comprar a la ferretería, pero sí no disponen de medios de transporte, ocasionalmente ellos se lo facilitan. Son un negocio tradicional poco sujeto a cambios, ya se hizo una gran reforma de la tienda hace unos años y la informatización y codificación para los procesos de compras, ventas y contabilidad. Señalar que el local es parte de una gran casa manchega que utiliza algunas dependencias en calidad de almacén. Realizamos la entrevista en el interesante patio rodeados de diferentes productos.

Hasta el final

Le preguntamos que cuando piensa retirarse del todo y nos dice que nunca, “a primeros de mes cojo el coche y me dedico a cobrar (intentar) a las empresas que tenemos en el polígono o a los pueblos de al lado. Ya he dejado de visitar el

como clientes con varios hoteles que ahora por baja ocupación han cerrado y han producido cuentas incobrables, obligándolos a la decisión de venta al contado a las empresas hosteleras.

Recuerdos de los 30-40

“La guerra y la postguerra fueron momentos muy duros. Durante la contienda, las fábricas estaban del lado nacional y no podíamos comprar en el Norte. Mi padre tuvo que tirar de algunos almacenes de Sevilla para poder mantener las ventas y no dejar las estanterías vacías. En la postguerra existían dificultades y debíamos dirigirnos a Córdoba y Sevilla, que es donde encontrábamos alguna facilidad para poder comprar. El problema que tuvimos fue que teníamos el dinero de Negrín y no podíamos

utilizarlo, porque nos pedían el dinero nuevo y se hacía lo que se podía para poder progresar. Las circunstancias nos obligaban a almacenar mucho, aunque ahora nos pasa un poco lo mismo, ya que toda la planta baja de la casa está dedicada a ferretería”. Le comentamos que el inventario debe ser complicado con tanta dispersión de productos y las 18.000 referencias con las que se trabaja y nos indica que se efectúa cada dos años, apoyados por los lectores de códigos que facilitan el trabajo.

“Recomendaría a mis compañeros de profesión que tengan paciencia en esta época para poco a poco salir de esta crisis, que es muy gorda. Parece ser que se va arreglando la cosa, pero va muy despacio y es apenas perceptible para nosotros”.

Honradez y servicio

Tomás, su yerno, nos indica que “Ferretería Carmona siempre se ha destacado como un servicio a la gente. La proximidad ha hecho que el negocio se mantuviera abierto casi las 24 horas, ya que todo el que necesitaba algo con urgencia acudía a Don Jesús Carmona, porque sabía, que fuera la hora que fuera, le iba a atender. Su filosofía siempre ha sido apostar más por el servicio que por el negocio. Por eso quizás no se haya hecho rico, pero tiene el reconocimiento de todos sus clientes.

Durante los años de bonanza, alrededor de Almagro, se abrieron ferreterías industriales, “como setas” y nos decían que éramos tontos por no aprovechar el tirón y expansionarnos, pero Don Jesús lo tenía claro y quería ir pasito a pasito sin traumas. Hemos invertido en informática, codificación, etc y se ha modernizado el negocio, aunque hasta hace poco teníamos aquí las hojas del vidrio y otros productos poco usuales. Todavía aquí se venden los tornillos por unidades para dar servicio, aunque estés bastante tiempo con un cliente para ganar apenas 60 céntimos.

 

La báscula que debe ser de los años 30, todavía la tenemos, porque los clavos se venden al peso y tiene la curiosidad de que lleva la leyenda de distribuidora para España y Posesiones. Aquí vienen muchos turistas y se sorprenden de nuestro servicio que inclusive sí nos piden un par de tornillos o clavos, los regalamos. Intentamos poner blísters y la gente no lo quiso.

La vocación de servicio es importante y lo que más nos ha ayudado en la crisis, porque saben que lo que quieran lo van a encontrar en Carmona a su justo precio. Así ha sido toda la vida y esto no lo queremos cambiar. La familiaridad que tenemos hace que fiemos a los clientes o permitamos que se pague en varios plazos, a pesar

del riesgo que supone”.

Otro aspecto que resalta Tomás es que “Jesús nos ha enseñado la honradez por encima de todo. Hemos recibido pedidos superiores a lo solicitado y cobrado en el albarán. El fabricante se extraña de que les llamemos para decirles que nos han cobrado de menos. Así cuando hacemos una reclamación nos atienden rápido, porque saben que es verdad lo que les decimos”.

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